Por Daygorod Fabián
El autor es educador y reside en Villa Vásquez
El
carisma se puede definir como la cualidad, personal, que atrae seguidores en un
marco de circunstancias definido o no. Muchos autores refieren que el líder debe
ser carismático, para poder traer adeptos a su causa.
De
hecho Weber, llega a definir al “Líder Carismático” refiere que el liderazgo acompañado
de carisma y buena comunicación puede ser la dosis perfecta para tener
multitudes en seguimiento (y apoyo) de nuestras acciones.
Aunque
ha sido un tema poco abordado, con relación al carisma, éste debe estar
conjugado con la coherencia en el accionar, más aún si es en el espectro político.
Si los demás llegan a notar que no hacemos lo que decimos o no estamos convencidos
de lo que expresamos creer, el aura del carisma se pierde en medio de la
desconfianza.
Igualmente
el carisma requiere de cierto sacrificio. Los demás deben ser el foco de atención,
no el que dice ser carismático. Cuando no estamos dispuestos A PAGAR EL PRECIO QUE
SEA, EL QUE HAGA FALTA, para lograr nuestros objetivos en procura del bienestar
común, no se nos ve como carismáticos ni como líderes.
Ahora si
Dicho
lo anterior, que sirve de plataforma introductoria, podemos abocarnos a referir
lo concerniente al título de este escrito.
En
razón del clientelismo – instaurado por los gobiernos, en especial los del PLD
- se llega a confundir carisma (y liderazgo) con manejo de presupuestos. Esto sucede
ya que cuando se adolece de virtudes para convencer a los demás de seguir
nuestra causa, se acude al otorgamiento de dádivas, más aún si no vienen de
nuestros bolsillos o nuestro propio peculio.
Se
genera un ambiente de falsos amigos, que nos expresan que todo nos luce, que
todo está perfectamente ideado para que nuestros planes resulten y lo que es
peor, que alejan de nuestro alrededor a todo/a
aquel que pretenda abrirnos los ojos si estamos a punto de sucumbir políticamente.
En
nuestra República Dominicana, muy pobre a pesar del ¿Crecimiento económico? Existe
un 24% de la población enchufada, sea por necesidad o ventaja, al presupuesto
de la nación. Esto provoca que más de un millón de dominicanos siga, no a
Danilo o a Leonel, sino al único amo que tienen: el dinero del erario.
Danilo o Leonel
En
el común dominicano el carisma se define como alguien que cae bien a los demás que
le gusta a la gente. No importa si eres honesto o no, malo o bueno, simplemente
le caemos bien a los demás y generamos seguidores.
Pero
para obtener el poder hace falta mucho más que eso. El carisma debe estar
acompañado de estrategias (muchas veces maquiavélicas), planes bien
estructurados y equipos de trabajo desplegados en todo el territorio.
El
clientelismo mismo ha provocado que quien da más luzca más carismático, pero
esto tiene la desventaja de que cuando se nos desliga del presupuesto, muere el
supuesto líder lleno de carisma. Para ser carismático debemos parecernos a la mayoría,
pero actual como la minoría.
Visto
lo anterior ¿Quién es más carismático, Leonel o Danilo?
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